Recientemente, en mi pueblo, Tabacos ha puesto chucherías dentro de su nueva tienda. Su nueva localización es una plaza muy concurrida por niños y adultos ya que es donde más bares y cafeterías hay, además de que tiene un parque para que puedan jugar estos niños.
Una decisión dudosa y que personalmente encuentro desagradable puesto que los estancos son para los fumadores y no considero que dejar a un niño entrar sea la mejor estrategia.
Por una parte puedo ver su utilidad a abrir el negocio para conseguir más ingresos sin embargo, esto puede acostumbrar al niño a ver y entrar al tabacos y causarle intriga ante este producto que consumen los mayores. No estoy muy segura de querer crear futuros fumadores aunque pueda ser bueno para el negocio. Además de causar una impresión negativa ante los clientes que suelen frecuentar el estanco.
Me impacta principalmente las consecuencias que pueda tener realizar esta acción de venta y que o no se tengan en cuenta o se prefieran ya que estamos hablando de la salud de menores que pueden generar un interés por el consumo del tabaco al entrar en la adolescencia. No vamos a mentirnos y pensar que los menores no fuman, pero creo que reduce las posibilidades del atractivo si no estás acostumbrado a entrar a la tienda o ver todos los productos y lo que escogen esos mayores que lo compran.
Al final del día, la compra de este producto es decisión del consumidor y la tienda quiere seguir abierta. Por tanto, es más una cuestión de ¿Qué estás dispuesto a comunicar al cliente que entra en tu tienda?